sábado, 24 de mayo de 2014

10 curiosidades sobre el cubo de Rubik, que cumple 40 años


Hace unos días se conmemoró el 40 aniversario del cubo de Rubik, un puzzle multicolor que ha formado parte de nuestras vidas desde hace décadas. Si te interesa este juego, tan sencillo de usar como difícil de resolver, te contamos 10 curiosidades que te ayudarán a conocerlo mejor.
Para celebrar este 40 cumpleaños de uno de los puzzles más famosos del mundo, el cubo de Rubik, Google decidió dedicarle un doodle con el que podemos entretenernos intentando resolver el cubo. Pero, para la mayoría de las personas, resolver el puzzle no es una tarea sencilla. Y es que… ¿te has parado alguna vez a pensar en el número de posibles posiciones distintas que puede presentar el rompecabezas? ¿O cuántos movimientos en teoría se necesitan como máximo para resolverlo? ¿O cuál es el record mundial de velocidad resolviendo el cubo? Te contamos a continuación todas esas curiosidades y algunas más.


1- Erno Rubix, su creador



No podemos empezar este recopilatorio de curiosidades sin hacer una mención especial a Erno Rubik, el inventor del famoso cubo. Enro es un arquitecto nacido en Budapest (Hungría) el 13 de julio de 1944. Interesado por la geometría, las formas tridimensionales y los juegos de ingenio, creó el cubo en 1974, llamándolo Cubo Mágico inicialmente. Inicialmente el cubo buscaba ser una herramienta para ayudar a los estudiantes a entender los objetos tridimensionales, la teoría de conjuntos y desarrollar el sentido espacial.

A partir de 1.980, cuando se comenzó a distribuir a nivel mundial el cubo, se le cambió el nombre por Cubo de Rubik, que es como lo conocemos hoy en día. Su creador destaca de él que es un puzzle que no diferencia por idioma, región geográfica, educación... Cualquier persona cuando toma el cubo en sus manos sabe que debe conseguir reunir los colores iguales en cada cara girando las partes del cubo. Es universal.

2-¿Cuántas combinaciones diferentes tiene?


La respuesta rápida es: muchas.

El cubo tradicional es un puzzle de 3x3x3 segmentos que giran en hileras alrededor del centro de cada cara. Se ha calculado que, teniendo en cuenta las posibles posiciones de las 8 esquinas o vértices y de las 12 aristas (que es la parte central de cada hilera, excepto el centro de las caras), el número de combinaciones diferentes como podemos "barajar" o "mezclar" el cubo es:
(8!·12!·3^7·2^11)/2 = 43.252.003.274.489.856.000

Eso significa que hay más de 43 trillones de resultados posibles que podemos obtener si comenzamos a mover las piezas del cubo. Y eso sólo con el cubo de 3x3x3.

Existen otras versiones del cubo con muchas más piezas móviles (4x4x4, 5x5x5...) cuyo número de posibles combinaciones es muchísimo mayor.

Por suerte, se conocen una serie de algoritmos, patrones de movimiento, que nos permiten resolver el cubo siguiendo un procedimiento más o menos complicado. Con el método para principiantes se puede aprender fácilmente a resolver un cubo 3x3x3 en unos minutos u horas, aunque no se conseguirá resolverlo a tanta velocidad como si se estudian otros métodos más complejos (como el de Jessica Fridrich), que requieren conocer muchos más algoritmos.
3- Récord mundial de velocidad

Y si hablamos de velocidad, no podemos olvidarnos de los speedcubers. Se trata de los aficionados que compiten por resolver el cubo cada vez más rápido, en competiciones nacionales e internacionales. Su conocimiento de la estructura del cubo, de algoritmos, patrones de colores, y su destreza con las manos, les permite bajar el tiempo de resolución a cantidades por debajo de los 15 segundos en muchas ocasiones.

Sin embargo, si hablamos del récord mundial de velocidad resolviendo el cubo, su poseedor es Mats Valk, que en 2013 consiguió resolverlo en unos asombrosos 5'5 segundos. Para ello, no utilizó un cubo de Rubik original (en competición no se utiliza dicho cubo), sino un Dayan 5 Zhanchi. Y es que, con el tiempo, han ido surgiendo clones del cubo de Rubik que mejoran el deslizamiento de sus piezas, modificando su estructura interna. Se trata de cubos muchas veces venidos de China, que permiten girar las piezas con más soltura, reduciendo el rozamiento, y con una mayor holgura para poder girar las caras incluso si no están perfectamente alineadas.

En cualquier caso, éste sería el récord humano de velocidad. Porque un robot ya lo ha superado: hace unos meses,  el CubeStormer III, un robot fabricado usando componentes de Lego Mindstorm, un Samsung Galaxy S4 y un procesador ARM, consiguió resolver el cubo en 3'253 segundos. Realmente espectacular.



4- 20, el "número de Dios" del cubo de Rubix


En 2010, un grupo de programadores consiguió resolver una duda que llevaban ya tiempo investigando: ¿cuál es el máximo número de movimientos que nos garantiza poder resolver el cubo de Rubik desde cualquier combinación posible de colores?

La respuesta es lo que llaman el "Número de Dios", o el valor mínimo del "algoritmo de Dios": 20 movimientos. Eso significa que, si mezclas el cubo de cualquier forma posible, podrías resolverlo usando como máximo 20 movimientos si te supieras de memoria todas las combinaciones existentes (los 43 trillones comentados antes). Puede que en algunas ocasiones necesitaras menos de 20, claro. Por eso se trata de un número máximo, o sea, en el peor de los casos, lo resolverías siempre con 20 movimientos.


5- Mosaicos hechos con cubos de Rubix




Existe una tendencia artística consistente en crear mosaicos de colores hechos con cientos o miles de cubos de Rubik posicionados de manera estratégica para que, cuando la imagen se mira de lejos, parezcan pequeños píxeles que forman el conjunto global.

El mayor récord de mosaico más grande hecho por una sola persona pertenece a un español, Ernesto Fernández, que montó 5.022 cubos para crear una imagen de Rafa Nadal e Iker Casillas recientemente. Un trabajo realmente titánico.



6- Un autentico éxito de ventas

El cubo de Rubik no es sólo un gran puzzle con el que aprender y pasar el rato. También es un récord mundial de ventas y una gran fuente de dinero.

Se estima que, hasta el momento, ha vendido ya más de 350 millones de unidades, y eso sólo contando el modelo "oficial" de Rubik. La cantidad sería muchísimo mayor si tenemos en cuenta los clones de otras marcas que han copiado o adaptado el diseño.



7-Cubos de todo tipo


Cuando decimos que existen clones del cubo de Rubik, no nos referimos sólo a cubos con el aspecto del original pero cambiando su mecanismo interior.

Realmente, existen todo tipo de inventos que han surgido de originales modificaciones al cubo original, bien sea como nuevos desafíos o como simples estrategias de marketing o adornos. Por ejemplo, existen cubos huecos a los que le falta el centro de cada cara, cubos con caras irregulares que, al ser giradas, hacen que se pierda la forma cúbida y se obtengan figuras asimétricas de todo tipo, cubos gigantes (como el de Knoxville, que tiene 3 metros de alto y pesa media tonelada), cubos para millonarios (el más caro está hecho con esmeralda, oro, amatista y rubí, y cuesta más de un millón de euros)... Incluso existen cubos cuyas caras están impresas en Braille para que personas invidentes puedan resolverlos.



8- No te frustres si no consigues resolverlo

Todo el mundo puede aprender a resolver el cubo de Rubik, sólo es cuestión de paciencia, práctica y... más paciencia.

Si crees que es complicado, no tires la toalla. Piensa que su creador, el mismísimo Erno Rubik, tardó más de un mes en resolver el cubo. De hecho, cuando lo creó, ni siquiera estaba seguro de que pudiera resolverse el cubo. Así que no desesperes si estás aprendiendo a poner cada color en su sitio, verás que con un poco de práctica lo conseguirás.



9- No te obsesiones el cubo puede apoderarse de ti


El fanatismo que el cubo de Rubik levanta en algunas personas puede llegar a extremos insospechados. La necesidad constante de deshacer y rehacer el cubo, de hacerlo cada vez más rápido, o de resolver cubos más y más complicados, ha llevado a algunas personas a crear una asociación de "Cubahólicos Anónimos" para buscar ayuda en su "adicción" al cubo. Y es que llevar esta afición al extremo puede suponer un problema, como cualquier otra cosa si no se realiza con moderación.

Y recuerda, si lo que quieres es ver a toda costa cada cara de su color, siempre puedes intentar quitarle las tapas o las pegatinas y cambiarlas... ¿quién no lo ha hecho alguna vez?



Parece que este cubo, a pesar de haber cumplido ya los 40 años, está aún en plena juventud. Y es que siempre habrá un niño al que poder regalárselo para que ejercite su memoria visual, su capacidad de visión espacial, su coordinación, y sobre todo, para que se divierta y pase un buen rato pensando cómo hacer coincidir cada color con su cara correspondiente, como hemos hecho casi todos en alguna ocasión.
¡Felicidades, cubo! ¡Y gracias, Erno Rubik!










No hay comentarios:

Publicar un comentario