Cuando hablamos de smartphones, una de las grandes marcas que se nos vienen a la cabeza es HTC.La compañía taiwanesa lleva tiempo sumida en una situación bastante complicada, tanto económicamente como empresarialmente hablando. Son muchas las razones que podríamos encontrar para justificar este escenario, pero lo cierto es que algunos de los terminales que han ido sacando en los últimos años, así como el soporte que han recibido, no han estado a la altura de las expectativas y ha devaluado la imagen.
La llegada en 2013 del HTC One y la reciente comercialización del HTC One (M8) parece que está consiguiendo dar un poco de aire a los números de la firma, pero esto no quiere decir que estén generando beneficios. Si además añadimos que América del Sur es un continente en el que cuesta mucho poder encontrar los terminales más punteros y que el coste acostumbra a ser bastante más elevado finalmente, aquí tenemos algunos indicios de las razones que han llevado a HTC a cerrar sus operaciones en el continente, como podemos leer en Alt1040. De hecho, si hacemos un poco de memoria, veremos que los movimientos ya anunciaban este paso, especialmente por el hecho de queen agosto del año pasado se cerraron las oficinas de México.
Sin lugar a dudas, el cierre es una muy mala noticia, pero lo importante es que este no provocará el cese total de las ventas de la compañía en latinoamérica, ya que Brighstar continuará importando los terminales para poder continuar comercializándolos en el continente. De todas maneras, hay que ser realista, puesto que normalmente el precio aumenta en relación directa al número de manos por las que pasa el terminal. Si antes llegaba directamente al mercado y ahora ponemos un nuevo intermediario, lo lógico es pensar que el precio termine siendo superior que actualmente, por lo que los usuarios acabarán más perjudicados que actualmente.
¿Qué os parece a vosotros la salida de HTC del mercado suramericano? ¿Creéis que era un lastre mantener las ventas en el continente? Esperamos vuestras opiniones, especialmente las de los lectores que nos leen desde el otro lado del charco y que se verán afectados por esta decisión.
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